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ECONOMÍA

Risas o billetes, la economía del meme

Por: DA. Javier Rueda Castrillón
Analista económico en diferentes medios; autor de artículos sobre política y economía
jruedac@me.com

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Deje usted el recurso del GIF para un WhatsApp plagado de humor, la velocidad con la que migra entre ironía y sarcasmo es una evidencia palpable sobre la capacidad para hacer llegar de manera efectiva el mensaje. México lo sabe, en un país en el que “La Casa de los Famosos” se convierte en trending topic, la calidad cultural se mezcla entre “ladies” Oxxo o 100 pesos, las aberraciones de Adame y los Pedro, Pedro, Pedro, Peeeedro peeee…. que plagan de albur y presumen el humor social, el del pueblo como fórmula inevitable para caer en la trampa que permite monetizar cada ocasión.

El meme mueve montañas, hace que los mercados reaccionen y los esquemas promocionales se disparen hacia la empatía o el odio. Milei con su motosierra, Peña Nieto y sus inolvidables momentos que lo posicionaron como “carne de meme” perpetua, Trump y su hate latino, el peruano Acuña, Abascal, Putin o cualquier dirigente saben que es inevitable el impacto profundo y su afectación en todo sentido.

Pasar de la risa a la cátedra convierte al meme de simple vehículo de humor a un agente de cambio social y económico. Según un estudio de Hootsuite, alrededor del 85% de los jóvenes entre 13 y 35 años en todo el mundo usan memes como su principal forma de comunicación. Lo que comenzó como una risa rápida se ha transformado en un lenguaje universal que puede influir en decisiones de consumo, opiniones políticas e incluso en la estabilidad de empresas y gobiernos.

Dogecoin puso el ejemplo, nació como una parodia del Bitcoin alcanzando un valor de mercado de más de 80 mil millones de dólares, todo gracias a una comunidad que decidió que un perro Shiba Inu con frases en Comic Sans era la nueva cara del capitalismo moderno. Bastó tener el apoyo de Elon Musk para convertirla en una verdadera burbuja con promesas de ganancia millonaria de la noche a la mañana.

La crisis del aguacate, con factores climáticos, económicos y sociales de por medio, marcaron precios sobre un fruto que superó los cien pesos en el país y los $2.50 USD por unidad en Estados Unidos… tierra fértil para plasmar la percepción pública de los consumidores con alternativas económicas que golpearon el mercado de uno de los productos insignia del país. Los memes lograron influir en el comportamiento del consumidor de manera inmediata y efectiva, una muestra de alcance y responsabilidad.

En países como China, los memes se han convertido en una herramienta de protesta contra la censura gubernamental, mientras que en Rusia la legislación intenta limitar la difusión de memes considerados “ofensivos”. México es más light sabiendo navegar entre la Ley Federal de Protección de Datos Personales y el genuino humor de una raza que no perdona, somos así…

Plataformas como Instagram y TikTok permiten ingresos significativos a través de patrocinios, ventas de merchandising e incluso donaciones de seguidores. Esto ha dado lugar a una nueva clase de emprendedores: los "mememakers". Según un informe de Adweek, algunos de los creadores de memes más populares pueden ganar hasta 15 mil dólares por publicación patrocinada. En México, aunque las cifras son más modestas, el negocio de los memes es una realidad que sigue creciendo, en especial entre los jóvenes que ven en esta actividad una salida creativa y lucrativa.

A medida que las generaciones jóvenes se convierten en el motor económico del mundo, los memes continuarán ganando influencia conectando con una audiencia auténtica y efectiva. Gran responsabilidad para una generación capaz de destruir reputaciones, provocar crisis económicas y alterar la percepción social… todo esto mientras el futuro queda en las manos de un Shiba Inu con gafas de sol y una frase irónica.