Alguna vez te has preguntado ¿qué significa la computadora para ti?... “es la herramienta más notable que hemos logrado tener. Es como una bicicleta para nuestras mentes” ya lo dijo Steve Jobs hace algunos años. Y es que un ordenador, hoy día, nos sirve para llevar a cabo un sinfín de actividades, tales como comunicarnos, estudiar, trabajar, hacer negocios, tener entretenimiento e incuso viajar.
Sin embargo, cuando hacemos un uso inadecuado de la computadora, es decir cuando la demanda a nuestra vista es muy intensa y sostenida a lo largo del tiempo, ésta lo resiente, dando origen a una serie de síntomas oculares como: fatiga visual, ojo rojo, ojo seco, lagrimeo, comezón, visión borrosa; y extraoculares, tales como dolor de cabeza, dolor de cuello, espalda y hombros, entre otras, las cuales se engloban dentro del término de Síndrome Visual por el uso de la computadora o CVS (Computer Vision Syndrome, por sus siglas en inglés).
En 2016, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), a propósito del día mundial del internet (17 de mayo), reportó que cerca del 60% de la población mexicana utiliza el internet, un 70% de la población que lo utiliza es menor de 35 años, y más del 90% utilizan el internet de uno a siete días a la semana. Otro trabajo, el Estudio de hábitos de los usuarios de internet en México, por la Asociación Mexicana de Internet (2014), señala que los mexicanos utilizan el internet en promedio 5 horas y 36 minutos al día, para lo cual se necesita de un ordenador o un dispositivo móvil.
Aunado a ello, si sumamos el tiempo de uso de internet más el tiempo que las personas pasan enfrente de la computadora o dispositivo con pantalla sin utilizar internet, es de suponer que las estadísticas no se equivocan al señalar que en promedio al día, una persona pasa aproximadamente 10 horas frente a una pantalla, lo cual incrementa las posibilidades de presentar este síndrome visual; por ello nos instan a considerar este problema, como un problema de salud pública al que debemos de poner atención y hacer énfasis en la población sobre la prevención del mismo, específicamente en la población infantil y adolescente, debido a que cuando este padecimiento se desarrolla en edades más tempranas, aumentan sus complicaciones.
Los factores asociados con este síndrome son multifactoriales, existiendo factores propios del órgano ocular, como alteraciones en la superficie y su acomodación. Otros factores dependen del ambiente, como son el uso prolongado de la computadora sin descanso, mayor a 20 minutos; la calidad de la imagen, el ángulo de visión y una inadecuada iluminación.
Algunos autores señalan que aun cuando se utilice la computadora en un espacio con adecuada iluminación, la fatiga visual no se modifica lo suficiente si no se realiza un descanso de la vista de manera frecuente.
Como ya se mencionó, el ángulo de visión frente a la pantalla es otro factor determinante, de ahí que se recomiende que el borde superior del monitor esté acomodado frente a nosotros a una altura igual a la de nuestros ojos, de manera que el punto central de la pantalla quede en un punto inferior, facilitando la visión y disminuyendo el esfuerzo.
La humidificación ocular es otro factor asociado a la sintomatología, y que depende de la frecuencia de parpadeo, la cual se ha descrito que puede disminuir hasta más de un 60%, cuando estamos frente a una computadora.
Por lo anterior es de suma importancia que ante la presencia de alguno de los síntomas ya mencionados, se acuda al médico especialista, oftalmólogo, para una valoración adecuada, además de llevar a cabo las medidas preventivas necesarias, promoviendo una adecuada salud visual.
Entre las medidas de prevención se encuentran:
Nuestro ritmo de vida actual depende cada vez más de los dispositivos móviles y la computadora, impedir que la utilicemos sería una causa perdida, no así el generar una conciencia sobre el uso adecuado de estos dispositivos. Esto debería de ser no solo un quehacer del personal de salud, sino de todos los que hacemos uso de los mismos y en quienes se presentan las consecuencias. Generar una conciencia por la salud visual, es tener una visión a futuro.
Referencias bibliográficas