“En un hotel de Poconos se deslizó, desnuda,
entre las sábanas frescas, turbulenta y tormentosa,
con relámpagos de deseo y deliciosa lujuria
entre oscuras nubes de miedo”.
IT, (Fragmento).
Stephen King, 1986.
Stephen King es un genio. Un iluminado para la escritura. Que de haber optado por escribir romance, poesía o realismo sucio, sin lugar a dudas lo habría hecho con la misma maestría.
El pasado 21 de septiembre, Stephen Edwin King celebraba su onomástico número 69. Durante estos años ha logrado plasmar su creatividad en infinidad de obras con una notable y prolífica carrera.
Stephen King nació el año de 1947 en Portland, Maine en los Estados Unidos. Su padre abandonó a la familia desde que Stephen era pequeño, lo que provocó que su madre y hermano mayor lo criaran en un ambiente de carencias y pobreza. Desde temprana edad mostró habilidades para la escritura y cuando llegó a la secundaria ya vendía algunas historietas a sus compañeros, pero no fue hasta inicios de los setentas, después de haberse casado con la también novelista Tabitha Spruce y graduado de la licenciatura de arte en inglés, que comenzó a trabajar en lo que más tarde serían sus grandes obras.
Este texto se escribe a manera de un pequeño homenaje a uno de los escritores estadounidenses vivos más influyentes en la industria del cine, pues muchos de sus libros (por no decir la mayoría) han sido adaptados a la pantalla grande. Comencemos este recorrido con “Carrie” (1976), dirigida por Brian de Palma y protagonizada por Sissy Spacek, que trata de una chica con poderes sobrenaturales que ha crecido en un ambiente dominado por una madre en extremo religiosa. De ahí en adelante podemos mencionar innumerables éxitos, como “Pet Sematary” (1989), de Mary Lambert, “Christine” (1983), de John Carpenter, “The Shining” (1980), de Stanley Kubrick, “The Dead Zone” (1983), de David Cronenberg, “The Dream Catcher” (2003), de Lawrence Kasdan, y otras también convertidas al celuloide que no forman parte propiamente del género de horror, como “The Shawshank Redemption” (1994) y “Green Mile” (1999), de Frank Darabont o “Misery” (1990), de Rob Reiner.
Para seguir, entraremos de lleno a una obra emblemática para toda una generación: “It”, que fue publicada como novela en 1986 y llevada a la pantalla chica en dos cortes a manera de mini serie. Aunque dicha adaptación no le hace mucha justicia a la novela, esta última es una obra memorable, llena de pasajes entretenidos y horrorizantes que despiertan en cualquiera, recuerdos de la infancia en los que la amistad, la lealtad y la imaginación pueden vencer cualquier obstáculo.
La historia de “It”, se desarrolla en Derry, un pueblo imaginario ubicado en Maine, Estados Unidos. Un grupo de amigos descubre que su ciudad es asediada por el malévolo payaso “Pennywise”, un ente sobrenatural que se alimenta de niños. Una vez que deciden enfrentarlo, comienzan una travesía llena de peligros y aventura, al tiempo que sortean sus problemas familiares y escolares.
A través de diversos pasajes, King nos deja ver su maestría para envolver al lector en relatos que van desde el romanticismo y la aventura, hasta el horror y la exposición de su visión meta terrenal, donde se muestran rasgos que evocan al macrocosmos y a algunas teorías filosóficas que analizan la relación entre lo físico y lo etéreo, lo tangible y lo espiritual. Es uno de los libros que denotan la experiencia y excelsa ejecución de la estructura literaria por parte del autor, pues la historia siempre se alterna entre pasado (mediados de los cincuentas) y presente (1985). Cuenta con personajes entrañables, que al igual que King, forman parte de familias con roles ausentes y con una dura realidad por afrontar, ya sea de carácter humano, económico o social.
Para 2017 se estrenará la nueva versión cinematográfica de esta obra, dirigida por Andrés Muschietti y protagonizada por Bill Skarsgard. La expectativa es tal, que cada detalle que se tiene acerca de la producción, es seguida por una oleada de fans en las redes sociales, tal como sucedió cuando hace poco, se reveló la apariencia que tendrá el payaso “Pennywise” en el filme, lo que demuestra la gran influencia que siguen teniendo las ideas y personajes del escritor, veinte años después de su creación.
No podemos perder la oportunidad de apreciar esta película y dar un vistazo a la imaginación de un gran creador, de un gran guionista, una persona que sigue alimentando al cine con sus historias, con creatividad y sobre todo, con un talento único.
Salve Stephen King, gran dador de talento y alimento cinematográfico. Salve el Rey del horror.