

Cuando una empresa está por nacer algunas de las primeras interrogantes son “¿y cómo vamos a llamar al negocio?”. La búsqueda de un nombre adecuado para el emprendimiento puede constituir un verdadero dolor de cabeza: ¿el nombre debe hacer alusión a las actividades de la empresa? ¿Puede ser una expresión coloquial? ¿Y si no lo toman en serio? ¿Y si no lo asocian al giro del negocio? ¿Puede llevar el nombre del fundador? ¿Si somos una S. A. debemos incluir las siglas en el nombre? ¿Puede ser una palabra extranjera?
En el tema de naming recuerde que las sugerencias no son reglas estrictas, más bien no hay límites, mire estos consejos: “el nombre debe ser corto y memorable, de preferencia que no exceda las dos o tres sílabas, como es el caso de Ford, Apple, Lego”. Consejo que podemos desestimar ante nombres como BBVA Bancomer, Café Punta del Cielo o Bodega Aurrerá. O este otro: “el nombre debe ser descriptivo o alusivo a la actividad de la empresa, como Gas Natural o Farmacias del Ahorro”, pero esta recomendación palidece ante nombres como La Costeña (que vende conservas) o El Palacio de Hierro (que es una tienda departamental). Algunas opiniones sugieren que se evite a toda costa emplear referencias geográficas porque acotarían el rango de presencia o de reconocimiento, pero es muy conocido el caso de la Salsa San Luis, apreciada en otras regiones del territorio mexicano.
Los nombres compuestos por conjunciones de palabras (neologismos) pueden ser una buena opción, por ejemplo, si un servicio de transporte turístico promete una experiencia divertida y mágica, el nombre “Magibus” resultaría coherente, memorable, evocador y simpático.
Hacer naming para su emprendimiento implica considerar que pueden existir diferentes tipos de nombres para su empresa o negocio. Aparte de los descriptivos que explicamos anteriormente le presento estos otros:
Abstractos: no significan nada en particular, pero tienen una buena pronunciación y pueden resultar memorables (como Kodak, Oxxo, Xerox).
Evocadores: no describen literalmente el giro de la empresa, pero son sugerentes como el caso de Ray-Ban (barrera contra los rayos).
Acrónimos: formados por las iniciales de la empresa como los casos de Pemex, HP, Telmex.
Patronímicos: llevan el nombre, apellido o alias de un personaje importante para la empresa (como su fundador, un modelo o ejemplo a seguir) como el caso de Tequila Don Julio, Mole Doña María, Mabe.
Varias cosas son ciertas en este tema, como que los buenos nombres para una empresa deben tener cierta sonoridad o eufonía, en su mayoría deben ser fáciles de recordar, ser distintivos y también lucir bien en su forma escrita. Un buen nombre para su negocio debería ser a prueba de “hackeos” o malentendidos, es decir, evitar que las personas lo empleen mal y se confundan, o que tenga asociaciones negativas y pueda generar burlas. Es recomendable que el nombre elegido sea coherente con su marca, así como que sea una expresión atemporal o que evite ir de la mano con alguna moda (que puede ser pasajera). Pero, sobre todo, un buen nombre para su empresa o negocio debe ser aquel que es susceptible de ser registrado ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Lo primero antes de todo es verificar su disponibilidad en la plataforma del IMPI y, por supuesto, revisar si existe disponibilidad del dominio en Internet.
La búsqueda de un nombre para su negocio debe hacerse con tiempo y siguiendo una serie de pasos ordenados que incluyan elaborar una lista bastante extensa para luego poder seleccionar la mejor opción y testearla con sus conocidos y familiares, pues un buen nombre será recordado durante mucho tiempo.









