¿Te imaginas qué maravilloso sería el mundo si todos hicieran lo que pensamos que deben hacer?, esta pregunta tiene trampa. No podemos pretender que las personas se porten tal cual queremos para poder vivir felices.
Perdemos muchos años intentando que los otros modifiquen sus actitudes y formas de actuar sin resultados positivos. Realmente debemos buscar el cambio en nosotros mismos. Así que suelta las quejas y manos a la obra.
Es imposible evitar que nos sucedan cosas negativas, lo único que podemos controlar es la manera en la que reaccionamos ante ellas y allí es donde tenemos una oportunidad de cambio. Tus creencias y paradigmas son los que dictan tus actitudes ante los sucesos.
Todo lo que aprendiste de niño lo reflejarás de adulto, con la ventaja de que ahora serás más consciente de tus respuestas y tu manera de ver el mundo. Aquí es cuando, en lugar de reaccionar de manera automática, puedes intentar cosas diferentes, que te llevarán a otros resultados.
Probablemente al principio te cueste mucho trabajo evitar reaccionar como estás acostumbrado a hacerlo, así que deberás estar muy atento para aplicar nuevas alternativas, por ejemplo, cuando te hagan algún reclamo con actitud agresiva, en lugar de reaccionar agresivamente, toma un momento para entender cuál es la demanda del otro.
El objetivo de esto es que te centres en ti mismo, de esta forma te conocerás y verás que tienes muchas más estrategias de acción de las que piensas hoy. Esto te hará aceptarte en lugar de buscar la aceptación de los demás.
Al cambiar, verás cómo se transforma tu manera de ver el mundo y tu realidad será diferente como consecuencia.
Te doy algunas ideas en las que puedes aplicar cambios:
Entones, deja de quejarte de los demás y toma acción.
Requieres de coraje y mucha humildad para reconocer cuáles actitudes debes transformar. Te va a tomar un tiempo, pero va a valer mucho la pena cuando veas los resultados en tu vida.