
La emisión de deuda o bonos ha sido una palanca del crecimiento a lo largo de la historia, tanto para el emisor que necesita capitalizarse y en la operación se convierte en deudor como para el inversionista que busca canalizar sus ahorros y, a su vez, adquiere la figura de acreedor. Recientemente la compra de bonos emitidos por el Gobierno Federal de México ha tenido impacto positivo, gracias a la plataforma digital Cetes Directo; este vehículo de inversión ha sido una apuesta de Nacional Financiera con gran aceptación debido a su simplicidad y bajo riesgo.
No obstante, no es nada nuevo, de hecho, se emitieron por primera vez en enero de 1978 y desde entonces constituyen un pilar fundamental en el desarrollo del mercado de dinero en México, pero ¿qué son los Cetes?, ¿cómo funcionan?
Los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) son un instrumento de deuda bursátil emitido por el Gobierno Federal de México, mediante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y son colocados en forma de subastas en el público inversionista por el Banco de México con el objetivo de recaudar fondos en cierto plazo y generar rendimientos a quienes invierten en ellos. Tal como refiere BANXICO en la “Descripción técnica de los certificados de la Tesorería de la Federación”, estos títulos pertenecen a la familia de los bonos cupón cero, esto quiere decir que se comercializan a descuento (por debajo de su valor nominal, el cual equivale a 10 pesos), no devengan intereses en el transcurso de su vida y se liquidan a su valor nominal en la fecha de vencimiento; la ganancia provendrá de la diferencia entre el precio al que se emitieron y su valor nominal.
Los Cetes pueden ser adquiridos por personas físicas y morales mediante subastas, en las cuales los participantes presentan posturas por el monto que desean adquirir y la tasa de descuento que están dispuestos a pagar en cualquier plazo, siempre y cuando su fecha de vencimiento coincida con un jueves o la fecha que sustituya a este, en caso de que fuera día inhábil. De hecho, estos títulos se han llegado a emitir a plazos mínimos de 7 días y máximos de 728. En la actualidad los Cetes se emiten y colocan a 28 y 91 días o a plazos cercanos a los seis meses y un año. Lo anterior, siendo considerado una colocación primaria, ya que existe un mercado secundario amplio, en el cual se pueden realizar operaciones de compra-venta en directo y en reporto, así como de préstamo de valores.
Las inversiones a través de fondos en Cetes son una buena opción para los inversores más conservadores, al ser uno de los instrumentos financieros con menos riesgo en México, ya que el gobierno se compromete a devolver el dinero de la inversión y los rendimientos que se generen. Además, al tener plazo de vencimiento cortos, tienen mayor liquidez que otros productos, lo que puede ser una ventaja para quienes necesiten tener disponible el dinero invertido a corto plazo.
Hasta cierto punto, esto ha sido su gran atractivo para cierto sector de la población que se han inclinado por este vehículo de inversión, ya que las crecientes alternativas que hay en la actualidad, que ofrecen mayores rendimientos en menores plazos, han resultado más llamativas para las nuevas generaciones, aunque esto implique mayor riesgo. Es por esto que, poco a poco, este medio de inversión se ha visto desplazado.
Los Cetes son una manera segura de invertir, pero es importante considerar que, así como su riesgo es menor, también su rendimiento suele ser más bajo que el de otras alternativas más arriesgadas. Sin embargo, es común que esté arriba de la inflación, lo que asegura que, por lo menos, el dinero que se invierta mantenga su valor en el tiempo. Y puede ser una opción atractiva en escenarios de subida de las tasas de interés.
Se puede comenzar con 100 pesos y es posible conocer el rendimiento que tendrá la inversión porque la tasa de interés es fija, aunque dependerá del plazo que se seleccione.