En las organizaciones los procesos de comunicación son de vital importancia, no obstante, es un error frecuente asumir que el ejercicio de la comunicación se limita a la difusión de información y al diseño y gestión de medios de comunicación; por lo que es común ver departamentos de comunicación organizacional orientados a la producción de revistas, memorandas, pizarrones de avisos o videos institucionales.
Una organización puede ser vista como un sistema, es decir, como un conjunto de partes interrelacionadas e interdependientes que conforman un todo, pero con suficiente autonomía en su funcionamiento y finalidad para generar fricciones y contradicciones con su contexto; por ejemplo, aunque una empresa trabaja bajo una misma visión, misión, filosofía y objetivos, cada departamento sigue una estrategia para cumplir sus metas; para conseguirlo, asumen la personalidad de los integrantes del equipo, se plantean procesos específicos y establecen un perímetro de acción dentro del cual puedan tener control; y como lo mismo ocurre con los otros departamentos, tan natural como inevitablemente, tarde o temprano, se generará algún conflicto en esas relaciones.
Es por esa razón que en cualquier tipo de organización es necesaria la comunicación para la generación de ambientes flexibles que tiendan a la armonía y el mantenimiento de la productividad. Para Nosnik (2012) la comunicación es un recurso indispensable en la conformación de ambientes productivos; entendiéndose por productivo a un proceso que complementa dos fuerzas contradictorias en un sistema, para generar una riqueza hasta el momento inexistente. Dicho de otra forma, la comunicación es mucho más que un recurso para la difusión de información, es una estrategia para la prevención y resolución de problemas, cuya finalidad es la de mantener o elevar los estándares de productividad dentro de una ecología armónica, con el menor estado de tensión negativa posible; de ahí el concepto de Comunicación Productiva.
Esta Comunicación se constituye de tres grandes dimensiones: a manera de escala se presenta en el primer nivel la comunicación lineal, enseguida la dinámica y por último la productiva. Una organización que pretenda implementar estrategias de Comunicación Productiva deberá asegurase de desarrollar plenamente cada uno de estos tres niveles.
La Comunicación Lineal es para Nosnik (2012) el escalón básico, en el que desafortunadamente la mayoría de las empresas se mantiene. Esta dimensión consiste en desarrollar procesos mecánicos, es la transmisión de un mensaje desde un emisor hasta un receptor a través de un medio; la mayor preocupación en este nivel es que técnicamente el mensaje sea bien diseñado y transmitido, que se perciba correctamente; que sea atractivo, nítido y eficaz; estéticamente perfecto; su función se limita a la transmisión del mensaje.
Asegura el autor que una vez superado ese escalón se está listo para acceder a la Comunicación Dinámica, donde el objetivo principal es de tipo semántico, es decir, de generar sentido; la intención es que el mensaje no solo llegue al receptor, sino que además se le comprenda. Este proceso requiere de un conocimiento más profundo del receptor, de acercamiento a su persona y a su comportamiento cotidiano, antes, durante y después de la trasmisión de un mensaje. Mientras más se conoce a un receptor, más se puede construir un mensaje adecuado, elegir el medio indicado y generar las condiciones necesarias para que en el proceso de comunicación se obtengan las respuestas esperadas. Se sabe que un actor “A” sabe cómo va a reaccionar un actor “B”, porque la cultura se lo adelanta.
En la Comunicación Productiva se comprende que los dos escalones anteriores se facilitan de forma automática cuando ya se vive en esta tercera dimensión; es pertinente reconocer que en este nivel la responsabilidad de una comunicación efectiva no recae solamente sobre un departamento especializado, sino sobre todos los colaboradores; un departamento de comunicación organizacional será un guía, un asesor y un estratega, su función será la de gestionar ambientes ricos en información entre todos los miembros de la organización.
La Comunicación Productiva tiene como objetivo generar ambientes ricos en información que a su vez se han de consolidar en Ecologías Productivas; lo que significa que cada persona debe procurar la producción de la información que necesita para desarrollar su trabajo y asegurarse de que ésta se encuentre disponible para todo aquél que pueda llegar a necesitarla, incluso uno mismo en otro momento; se habla entonces de flujos efectivos y usos inteligentes de la información. Cuando esto no ocurre se suelen desperdiciar recursos en la generación de datos, procesos, experiencias y metodologías que antes ya se habían obtenido, pero que al no sistematizarse, no lograron transformarse en nuevos aprendizajes, ni en ahorro de energía.
En este modelo de comunicación los mensajes son técnicamente bien elaborados y comprensibles, su prioridad se concentra en la promoción de acciones en el receptor. Cuando la Comunicación Productiva está en marcha, todos son emisores y receptores continua y alternadamente. Este es el nivel de mayor compromiso y responsabilidad entre todos los integrantes; el mayor ruido que puede haber en estos procesos es de tipo moral, es decir, actuar con reciprocidad; nada convence más a una persona que observar que se le exige con la misma intensidad con que se pone el ejemplo. Sintéticamente se debe comprender que en la comunicación Lineal lo importante es que el mensaje llegue a su destino, en la Dinámica es que se comprenda y en la Productiva es que convenza e inste a la acción.
En las empresas que se desempeñan en esta dimensión cada miembro conoce lo que debe hacer, sabe a quién preguntar cuando hace falta y es capaz de brindar información cuando se requiere; además se está convencido de que toda acción realizada tendrá efecto sobre la organización, porque cada quien es, en sí, la organización; es por ello que el principio de la comunicación es transmitir, pero su finalidad es producir. En la Comunicación Productiva es posible la generación de Estructuras-Burbuja, del fortalecimiento de Culturas de Información, Investigación, Comunicación y Participación; y de la implementación de Ingeniería en Comunicación Social para el logro de objetivos, aspectos de los que se habló en ediciones anteriores.
Así, en las organizaciones que desarrollan la Comunicación Productiva, el personal aspira a un trabajo de excelencia sin supervisiones extremas; Henry Ford, famoso visionario, conocido por revolucionar el campo del transporte, dijo: “Calidad significa hacer lo correcto cuando nadie está mirando". El reto consiste en desarrollar la necesidad de consolidar este modelo de Comunicación, para inmediatamente trabajar por mantenerse ahí.
Cinco puntos clave a considerar en la consolidación de la Comunicación Productiva en una empresa
El desarrollo de la Comunicación Productiva es un proceso en constante renovación, no hay garantía de éxito en procesos que se consideran terminados; a ninguna organización le es posible seguir adelante sin un estado ideal al cual aspirar.
Referencias bibliográficas
García, E. (2015). Notas para comprender la relación entre participación y comunicación. O del por qué y cómo construir la cultura de participación en las organizaciones. En Galindo, J. e Islas, O. (Coords.). Ingeniería en Comunicación Social y Comunicación Estratégica. CAC/75. España: Sociedad Latina de Comunicación Social
Nosnik, A. (2012) Teoría de la Comunicación Productiva. Exploraciones más allá de la retroalimentación. Argentina: Ediciones HomoSapiens / UNR / UAP.