Se ha otorgado un papel central al crecimiento económico a través de la historia, conceptualizando los problemas sociales y ambientales como externalidades. El fundamentalismo financiero y dogmatismo del crecimiento han gestado desequilibrios económicos, sociales y políticos, además de conflictos medioambientales globales.
El producto interno bruto, las emisiones de gases de efecto invernadero y la huella material mundial han aumentado en correlación durante las últimas décadas. El crecimiento económico está estrechamente ligado a la degradación del ambiente y esto alarma en gran medida.
La Agencia Europea de Medio Ambiente afirma que la pandemia podría ser considerada un desafío manejable en comparación con las dificultades que pueden estar por venir. Ciertamente, las actuales actividades humanas son insostenibles, en consecuencia, han surgido los siguientes modelos y movimientos para buscar una estrategia hacia una economía sustentable:
Poscrecimiento, es un término general para una perspectiva emergente, definido por el Post-growth Institute como una cosmovisión que ve a la sociedad funcionando de mejor manera sin la demanda de un crecimiento económico constante; no tiene una fijación en el incremento del PIB, plantea límites ecológicos absolutos y estrictos a la actividad económica, incluye temas de dignidad humana y justicia social que enfocan la economía como un servicio hacia la vida y se centra en la necesidad de disociar el bienestar del crecimiento económico.
Crecimiento verde (green growth), según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) significa fomentar el crecimiento económico y el desarrollo al tiempo que se asegura de que los activos naturales continúen brindando recursos y servicios ambientales en los que se basa nuestro bienestar. Sus fundamentos surgieron como una respuesta política ante el colapso ecológico, su teoría sostiene que la expansión económica continua es compatible con la ecología global, asume que el desarrollo científico y tecnológico posibilita la desvinculación del aumento del PBI y las emisiones de carbono.
Sin embargo, la tasa de descarbonización necesaria para generar una economía sustentable es enorme, incluso, científicos manifiestan que el Acuerdo de París no será suficiente para hacer frente al cambio climático.
Decrecimiento o décroissance (conocido como downshifting), concibe al sistema económico basado en el crecimiento como el problema principal de la crisis social y ambiental. Evidentemente, no implica imponer un decrecimiento económico general, sino en las naciones privilegiadas. Cabe mencionar que tan sólo un 20% de la población explota el 80% de los recursos naturales del planeta. Este es un movimiento social que critica y cuestiona la capacidad de la innovación tecnológica para superar los límites biofísicos y sostener un crecimiento económico infinito. Explora formas de compatibilizar la justicia y la sostenibilidad, además de demandar a las personas no sólo un cambio de comportamiento, sino también en su sentido de identidad. Clive Hamilton, en su libro El fetiche del crecimiento, lo plantea como dilema: impulsar una sociedad materialmente rica e insustancial, o suscitar una más austera pero plena.
Economía de la dona, es una estructura de la economista Kate Raworth que enfatiza el equilibrio entre los sistemas socioecológicos. El modelo está esbozado como una dona, donde la parte interna de la rosquilla simboliza los cimientos sociales; las condiciones que deben cumplirse para que la vida sea equitativa y justa. El borde externo representa el techo ecológico; los límites específicos del ecosistema natural. Un déficit en beneficios sociales llevaría al orificio, mientras que la transgresión de los límites ecológicos nos podría fuera de esta. Todo lo que está entremedio de estos dos límites es el espacio seguro y justo para la humanidad, donde una economía sustentable es posible.
El crecimiento sin crecimiento económico podría ser visto como la “desmaterialización” de la economía. Dado que nuestro planeta es finito y es improbable la completa desvinculación entre crecimiento económico e impacto ambiental; claramente es momento de cambiar las prácticas sociales de consumo, repensar la economía y buscar un progreso más allá del crecimiento económico.