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SALUD

Cuidando tu corazón

Por: MSP. María Jocelyn Bravo Ruvalcaba
Médica egresada de la UASLP; maestra en Salud Pública por la Escuela de Salud Pública de México, del INSP
@Ma_joshyta

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“El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico”.

Charles Dickens

¿Por qué hay un Día Mundial del Corazón? Siendo las enfermedades cardiovasculares de las primeras causas de muerte en el mundo desde hace décadas, surge la necesidad de contar con una fecha en la cual se hable del tema, y cómo prevenir estos padecimientos que anualmente cobran millones de vidas, además, con la pandemia por COVID-19 fueron una condición determinante en los casos graves y las desafortunadas defunciones.

De ahí que, a partir del año 2000, se celebre, cada 29 de septiembre, el Día Mundial del Corazón, promovido por la Federación Mundial del Corazón (WHD, por sus siglas en inglés) con apoyo de la Organización Mundial de la Salud que este año, con el lema “Un corazón para cada corazón”, hacen una invitación a tomar acción en cuidar a ese órgano que es el único al que puedes oír y sentir, y que es la primera y última señal de vida.

En esta campaña 3 son las claves, 3 los beneficiados:

  1. La humanidad, ya que, como mencionaba, las enfermedades cardiovasculares ocasionan más de 2 millones de muertes anuales, y desafortunadamente más del 75% ocurre en países menos desarrollados.
  2. El medioambiente, pues las medidas clave de prevención como caminar y andar en bicicleta son actividades que, a diferencia del uso excesivo del vehículo, no son contaminantes.
  3. Cada persona, al fomentar hábitos saludables, disminuye los riesgos de un infarto o accidente cerebrovascular, maximizando la salud cardiaca individual.

Existe una amplia gama de afecciones del corazón, pero de forma general se pueden clasificar en hipertensivas (presión arterial alta), congénitas (malformaciones al nacimiento), isquémicas (secundarias a lesiones o daños de las arterias del corazón) e infecciosas, de tal forma que los signos y síntomas dependerán del tipo y severidad de daño.

Dentro de los principales riesgos cardiovasculares se encuentran las dislipidemias (una concentración de grasas, como el colesterol y triglicéridos altos, en la sangre), el consumo de alcohol y tabaco (además de los daños a los pulmones, el tabaco también afecta el corazón y los vasos sanguíneos), la obesidad (que en nuestro país es sumamente alarmante, 7 de cada 10 mexicanos tienen obesidad o sobrepeso), el sedentarismo, mala alimentación, diabetes, estrés, la genética y la edad (se estima que 4 de cada 5 muertes debidas a una enfermedad cardiaca se producen en personas mayores de 65 años de edad).

Y aunque hablamos de un día al año para hacer conciencia, nunca es demasiado tarde ni temprano para comenzar a cuidar la salud cardiovascular, algunos consejos para lograrlo son:

  • Tener una dieta equilibrada y saludable, baja en productos procesados y en sodio.
  • Realizar actividad física, al menos 60 minutos diarios con intensidad moderada. Es importante que, si no se realiza ejercicio de forma regular, antes de comenzar acuda a una evaluación médica.
  • Controlar el estrés, es primordial encontrar alguna actividad que ayude a manejarlo.
  • En caso de tener diabetes, hipertensión (presión arterial alta) o alguna otra enfermedad, seguir las indicaciones médicas para mantenerlas bajo control.
  • Conocer y estar pendiente del Índice de Masa Corporal, y realizar mediciones regulares de colesterol, triglicéridos y glucosa en sangre.
  • Eliminar el tabaco y reducir la ingesta del alcohol. Si bien es cierto que aún se estudian los efectos del resveratrol, una sustancia que se encuentra en el vino tinto, no se recomienda comenzar a beber para obtener beneficios, sobre todo si se tienen antecedentes familiares de trastornos por el consumo de bebidas alcohólicas. En caso de que ya se consuma, beber vino tinto con moderación podría ser benéfico.
  • Realizar al menos una revisión anual, sino se padece alguna enfermedad, y solicitar al proveedor de salud que calcule el riesgo cardiovascular. Un forma rápida y fácil, para personas de 40 y más, es a través de la aplicación “Calculadora de Riesgo Cardiovascular”, con la cual se puede estimar la probabilidad a 10 años de presentar un infarto de corazón, accidente cerebrovascular o muerte cardiovascular. Es gratuita y está disponible en: https://www.paho.org/es/hearts-americas/calculadora-riesgo-cardiovascular.