
Para adentrarnos al tema que ocupa este texto, debemos responder la pregunta ¿Qué es la Deontología?, es un concepto que se atribuye al filósofo inglés Jeremy Bentham, quien lo utiliza por primera vez para identificar el deber ser en el comportamiento del hombre, es decir, qué es lo correcto en el quehacer humano.
Con el tiempo, el concepto de Jeremy Bentham fue evolucionando para focalizarse en las profesiones, por tanto, actualmente entendemos la Deontología como lo conveniente, lo apropiado en el ejercicio de una profesión determinada.
La segunda pregunta que debemos plantearnos es ¿Cuál es su utilidad práctica?, es establecer una serie de principios que no son teóricos ni forman parte de la técnica que se aprende en las aulas universitarias, que hacen que el profesional sea talentoso y destaque en el ejercicio de su profesión.
Existen principios deontológicos universales que recaen sobre la mayoría de los profesionales, y su aplicación es recomendada para efectuar una mejor función laboral, destacando los siguientes:
La tercera pregunta a responder es ¿Qué es la Deontología empresarial?, es la expresión del comportamiento de la empresa hacia dentro y fuera de ella, y al respecto, el filósofo y escritor español Fernando Savater escribe un ensayo serio y objetivo donde hace un estudio sobre el tema y resalta una serie de virtudes que deberían tener los profesionales que inciden en el mundo empresarial. En síntesis son las siguientes:
Además de las virtudes del empresario, hay otros principios que sirven para asegurar el respeto y la productividad de una organización, siendo en síntesis las siguientes:
De estas virtudes, la responsabilidad social genera un complejo conflicto entre diversos autores, por un lado y en su mayoría hay quienes afirman que es fundamental el desarrollo y promoción de los miembros de la sociedad, así como el compromiso con quien pudiera afectarse por acciones o actos de la empresa, sin embargo, hay otros como el economista Milton Friedman que afirman que la empresa únicamente tiene como objetivo la maximización de sus beneficios y del accionista.
Sobre esta discusión, la filósofa y Directora de la Fundación Ética de los Negocios en España, Adela Cortina, señala que las empresas funcionan mejor si tienen en cuenta los intereses de todos los afectados por ella, pues el beneficio del accionista aumentaría si se toma en cuenta a los demás; una empresa que es prudente se da cuenta de que si hay una buena relación entre los afectados por la misma, asegura mucho más su viabilidad y el aumento del beneficio para el accionista.
Ahora bien, si una empresa es autosuficiente y tiene cubiertas sus necesidades, ¿por qué no apoyar instituciones o personas para que abandonen la situación de pobreza en la que viven? Desde el punto de vista ético, la respuesta podría parecer lógica, y ésta sería que sí, sin embargo no deja de ser un tema razonablemente controvertido y de opiniones divididas.
De todo lo dicho, podemos concluir que lo más importante para la empresa son las personas, todas aquellas que están relacionadas de alguna u otra forma con ella (trabajadores, accionistas, clientes y comunidad donde se tiene impacto), a las cuales se les debe garantizar un nivel de bienestar y respeto por sus derechos humanos, en donde prevalezca una relación entre pares, una relación ética.
Como dice el filósofo José Ramón Ayllón “Al hombre no le queda más que ser ético, de lo contrario su vida sería insoportable, es decir, no le queda más remedio que diseñar un mundo habitable”.
Seguir las virtudes o principios deontológico-empresariales ayuda a tomar decisiones prudentes y justas, generando armonía y respeto entre los empleados y el patrón, así como entre la empresa y la sociedad. Al final del día esto se traduce en eficiencia, productividad y hace que la empresa destaque entre las demás.
Referencias bibliográficas
Aparisi, Ángela. (2009). Ética y Deontología para Juristas. México, Porrúa, pp. 139,160.
Savater, Fernando. (1998). La dimensión Ética de la empresa. Bogotá, Siglo del Hombre/Fundación Social, pp. 18-25.
Milton, Friedman. The Social Responsability of Business is to Increase Its Profits. 8ª ed. Tom Beauchamp y Norman Bowie. Ethical Theory and Business. (2009). New Jersey, Pearson, p. 55.
Cortina, Adela. (2008). Ética de la empresa. 8ª ed. Madrid, Trotta, 2008, p. 94.