Cuando creamos un perfil en redes sociales, empezamos a crear un tipo de marca personal o imagen que mostramos al mundo –y literalmente al mundo, ya que internet traspasa fronteras–. Aunque no lo hayamos pensado así, cuando colocamos nuestro nombre en ese espacio en blanco de la red, poco a poco fuimos diseñando una marca que nos define y que, hasta ahora, podría mostrar una gran parte de quiénes somos.
Abrimos perfiles de Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin y otras redes sociales para formar parte de un todo y estar hiperconectados. Definimos nuestros gustos y vemos lo que otros comparten. Nos educamos, reeducamos o deseducamos. Elegimos la foto de perfil en la que mejor creemos que nos vemos, redactamos la bio más creativa, y nos presentamos a un mundo casi desconocido. La idea de que cualquier persona pueda ver una parte de quiénes somos, no parece del todo descabellada, podemos controlar lo que compartimos en la web y sacar provecho de ello.
En este mundo, ansioso por buscar y encontrar todo en internet, creamos perfiles que se ajusten a crear relaciones, parecer más atractivos, ofrecer servicios y obtener beneficios de nuestra presencia online. Así es como se crea una marca personal o branding, una identidad digital que va a buscar posicionarse y ser reconocida mediante su presencia en la red.
El uso de fotografías, videos, comentarios e interacción, crea un discurso que va dejando una huella personal, muestra una postura y busca afinidad con otros que comparten algo de ese mismo discurso. Como usuarios, dejamos esta llamada huella digital dentro de un círculo social cibernético, es decir, dejamos una marca personal.
Existen perfiles en Facebook o Twitter, que con su opinión e interacción frecuente, han logrado un posicionamiento importante siguiendo una línea de publicaciones o discurso específico y bien definido, probablemente sin saberlo. Algunos de estos usuarios son especialistas en Tecnologías de la Información y otros, mujeres feministas o especialistas, en temas de la educación. Tienen su perfil personal y algo han hecho bien: comparten su punto de vista en torno a temas especializados, son concisos y siempre tienen algo que decir.
Muchas personas en las redes sociales buscan reafirmar ideas y encontrar contenidos adecuados a sus gustos. Esa información genera una reacción por su fácil acceso pero sobre todo y más importante aún: porque es auténtica. Es muy probable que ellos no se hayan dado cuenta de que crearon su propia marca, pero lo lograron.
A menos de que seas hackeado, tu huella digital o marca personal es única e irrepetible y es importante trabajar en ella. Para esto, es necesario enfatizar en elementos que podrían ayudar a profesionalizar tu imagen, como se haría en una estrategia de Marketing:
La vida es un gran juego de reclutamiento y selección, constantemente estamos siendo observados y seleccionados. Si queremos formar parte de este mundo hiperconectado, debemos tener mayor presencia en la red para mostrar quiénes somos en esta cyber-realidad.