Hoy en día a todos nos gusta estar en forma y saludables, para esto, en ocasiones, es necesario complementar nuestra alimentación con suplementos que ayuden a nuestro cuerpo a tener un estado óptimo.
Pero cuando hablamos de las emociones, no existen suplementos que podamos comprar en las tiendas y que sean efectivos para estar equilibrados. No voy a negar que hay alimentos que producen los químicos cerebrales necesarios para estar de buen humor y contentos, pero hay más formas de sentirnos emocionalmente sanos.
Nuevas investigaciones han evidenciado que el intestino es el mayor productor de serotonina (neurotransmisor asociado a la regulación del estado de ánimo y las emociones) de nuestro organismo, así que, si bien es cierto que hay que tener una micorobiota adecuada, hay actividades “suplementarias” que puedes realizar para disminuir la ansiedad y los síntomas de depresión.
Muchas veces creemos que el hambre y la necesidad de suplementos obedecen a una causa física, el cuerpo necesita nutrientes y los pide en forma de necesidad de comer, pero también hay ocasiones en que el hambre es emocional y ahí es donde requerimos otro tipo de suplementos.
El paso número uno es reconocer lo que dispara tus emociones: la soledad, los miedos, las dificultades en el trabajo o con los seres queridos, esto nos provoca enojo, frustración, tristeza y un sinfín de emociones que generan caos alrededor de nosotros.
Darle los “suplementos” necesarios al cuerpo emocional nos brinda paz y estabilidad y, por ende, estamos felices. Estos suplementos son el cariño, el contacto físico, un masaje, la meditación, hacer ejercicio, etc.
Una sensación de placer experimentada durante un masaje puede compararse a tomar vitamina C y B, que nos provee endorfinas y serotonina, sintiendo bienestar y satisfacción, pero obvio el masaje es más placentero.
Otro suplemento es escuchar música que nos guste, aunque no sea clásica, lo importante es que sean melodías que disfrutes, para que el efecto sobre los químicos cerebrales sea el que andamos buscando.
Una actividad que activa todo el sistema hormonal es el sexo, la pasión y las caricias, los besos y las miradas hacen de esos momentos el clima adecuado para secretar serotonina, endorfinas y muchos más neuroquímicos que producen felicidad y éxtasis.
El ejercicio físico es por mucho un ayudante del equilibrio emocional, ahí puedes deshacerte del estrés excesivo y generar bienestar físico, al tiempo que la dopamina, la serotonina y las endorfinas hacen su función.
La risa es una magnífica terapia para el buen humor y para darle la vuelta a los estados de ánimo depresivos, también produce sustancias esenciales para estar alegres. Al reír liberamos en el organismo cantidades de endorfinas, serotonina, dopamina y adrenalina. En mi experiencia, este es el suplemento más sencillo y contagioso que existe.
El arte como suplemento terapéutico funciona muy bien, ya sea escribir, pintar, tejer, bailar y cantar, todas las actividades artísticas aportan los niveles que se requieren para estar feliz y equilibrado. Hay centros culturales donde puedes encontrar cursos y talleres artísticos.
La meditación, para mí otra excelente opción, ha demostrado que aumenta la hormona del crecimiento, estimula a la tiroides, la prolactina y la melatonina. Esta última es la que nos ayuda a dormir bien, provocando que todas las células de nuestro cuerpo se regeneren de manera óptima.
Como puedes ver, hay muchas opciones para suplementar tu vida emocional, puedes elegir una o varias, ten por seguro que te harán tu día a día más alegre y ligero.
Para realmente tener una buena producción de hormonas de la felicidad, procura que las actividades duren más de 40 minutos, puedes realizarlas solo o acompañado, bueno, hay algunas que son mejores acompañado.