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CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Deep web, mitos y realidades

Por: LCC. Gabriel Moreno Rodríguez
Productor; académico en el ITESM; director de noticias; analista en temas de tecnología y CEO
@gabofanfare

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¿Alguna ves te has preguntado cómo funciona Google? El famoso motor de búsqueda no “hace averiguaciones” cuando lo utilizamos, nos muestra un índice de páginas recopiladas gracias a un sistema conformado por “arañas”, las cuales seleccionan y clasifican por medio de enlaces o palabras claves en un recorrido que les permite ir “brincando” entre sitios para mostrar los mejores resultados, dependiendo de las indagaciones que hagan los usuarios. Sin embargo, muchas veces se topan con algunos a los que no pueden entrar; esas direcciones son clasificadas como Deep web.

Para entender mejor es pertinente explicar los tres niveles generales en los que se clasifica Internet. Primero está lo que se conoce como Clearnet, sitios que cualquier usuario puede consultar, como YouTube, Wikipedia y Google; en segundo lugar, están los de acceso restringido, ya sea porque necesitan un código, una cuenta privada o algún tipo de token de pago, son los que se clasifican como Deep web, aquí se encuentran servicios que ya utilizamos, como Netflix, Facebook, Steam y correos electrónicos, entre otros. 

Aunque es cierto que varios de estos servicios aparecen en motores de búsqueda, es imposible que un usuario sin las credenciales adecuadas pueda ver tu álbum de fotos privado o revisar tus conversaciones en un servicio como Messenger. Incluso muchos sitios dentro de la Deep web no están necesariamente restringidos por contraseñas, pero han optado por solicitar a Google no aparecer en los resultados. 

Sin embargo, incluso en esta categoría hay una zona más oscura, donde los navegadores convencionales no tienen la posibilidad de mostrar ciertas páginas. Esos lugares a los que sólo se puede ingresar con programas especiales forman parte de la Dark web.

 

“Las entrañas” de la Deep web

La Dark web son aquellos sitios creados por usuarios que necesitan el mayor de los anonimatos, como pueden ser activistas, periodistas, programadores en países con alta censura y, también, criminales. Esto ha permitido que prosperen comunidades enteras de terroristas, hackers, traficantes de armas, drogas y humanos. 

También se ha vuelto un paraíso para los pedófilos que comercian con pornografía infantil. De acuerdo con un artículo en Wired, cerca del 80% de las búsquedas en este lado de Internet están relacionados con este tema. 

A los gobiernos de todo el mundo les ha costado trabajo acabar con los lados más peligrosos de este submundo. En 2014, por ejemplo, “Onymous”, una operación a escala global, logró eliminar cientos de ciberpáginas y el arresto de 17 personas de distintos países; entre los triunfos se encuentra el cierre del mercado en línea conocido como “silkroad”, que estaba en su segunda iteración. Para los que conocen poco sobre ese tópico, se trata de un sitio de compra y ventas de productos y servicios como Amazon, con la diferencia de que se venden drogas y armas, además de que puedes contratar hackers y asesinos a sueldo. 

Si buscas el término Dark web, te encontrarás con historias de terror hechas principalmente con el fin de entretener, pero lo cierto es que existe una realidad sobre lo que ocurre en las entrañas de la red. Muchos curiosos utilizan navegadores como Tor para descubrir lo que oculta, y aunque hay diversos mitos en torno a estos sitios, es importante estar informados, en especial para comprender que no todo lo que ofrece el ciberespacio está relacionado con memes y series de televisión.