¿Qué historias se cuenta Elon Musk? ¿Qué narrativas predominantes introyectó cuando niño? ¿Qué cuento lo cautivó y ahora desdobla en la vida real? Imposible saberlo porque, aunque él cuente que se fascinó con la novela Foundation, de Isaac Asimov, o Star Trek, la psique es tan compleja que ni él mismo quizás pueda explicarlo.
Sin embargo, y sin duda, las historias que trae Musk interiorizadas están siendo activadas y él luce feliz y realizado. Gustoso invierte 44 mil millones de dólares para comprar Twitter, diciendo que es la plataforma más importante de libertad de expresión y lo primero que tuitea es: "let's make Twitter maximum fun". Fascinante.
¿Y qué tal cuando se inauguró la planta de Tesla cerca de Berlín? Se puso a bailar de manera espasmódica y peculiar, alejadísimo del ritmo, pero feliz, otra vez. Es que cuando estamos alineados con nosotros mismos, de manera consciente o inconsciente, vibracionalmente, o a nivel energético, estamos en flow.
Flow es una condición acuñada por Mihaly Csikszentmihalyi, y que se asocia a un estado psico-emocional, donde nos sentimos en plena realización, altamente involucrados y con una sensación de que se está en el camino correcto, en el tiempo correcto, en la actividad correcta; en síntesis: que se está desempeñando exitosamente en el guion de vida interiorizado.
Los guiones de vida vienen de lugares insospechados.
Recuerdo a Deng Wu Chang, aunque a él le gusta que le digan Charlie. En una comida de negocios mientras devoraba sin recato unos escamoles, me cuenta que cuando tenía 2 años de edad, su mamá lo llevó con una astróloga para ver qué le deparaba el destino, y le dijo que: entre más lejos viajara, mayor sería su éxito. Con sucursales en 18 países, manoteando a un chapulín frito entre los dedos, agregó: "qué razón tenía la astróloga". Algo parecido le ocurrió a Alejandro Magno que, atrapado por las historias del mítico Aquiles, contadas por su tutor Aristóteles, sumado quizás a un conflicto edípico de superar a su padre Filipo II, nunca dejó de conquistar y expandir su territorio. Incorporar historias es una parte fundamental en la formación de la personalidad. Es que, ante la abrumadora duda existencial de la condición humana y la multiplicidad de caminos, la psique opta por adueñarse de una autonarrativa de vida.
Estas narrativas funcionan para definir y recordar cuestiones trascendentales, como el explicarnos a nosotros mismos (existencial), delinearnos el camino (estratégico/táctico), definir valores (moral) y clarificar metas (acciones).
Sin una narrativa, no hay manera de darle coherencia a las acciones ni pueden ser referidas a nada. La intrascendencia y la disolución son el resultado de una historia-guía ausente o de una dispersión en la atención y la intención.
¿Quién es Elon Musk? ¿De dónde sale un tipo como este? ¿Qué lo motiva? Se podría hacer un símil con un Tony Stark y, su alter ego Iron Man (Avengers), o con Prometeo, el titán de la mitología griega que se atrevió a desafiar a Zeus y nos trajo el fuego a la humanidad.
Dirán algunos que quizá no es para tanto, pero frente a otros innovadores, Musk parece abanderar causas, no sólo negocio, y se ha convertido en una especie sui generis donde se fusionan un empresario, un rockstar, un geek y un nerd.
No todas las autonarrativas son de éxito, altruismo o ejemplares. En el espectro de personas extraordinarias, también las hay que se cantean para el dark side, tales como Hitler y Putin.
¿Cuál es tu historia, qué narrativa desdoblas?
¿Es una de héroes o heroínas, que rompen con la maldición, que triunfan y superan obstáculos? ¿La de un villano que se miente a sí mismo, que afecta a otros por "causas necesarias"? ¿La de una de víctima que se ocupa de culpar a otros y a las circunstancias y que se siente sin opciones ni puede imaginar una vida diferente?
Finalmente, si se desea, las autonarrativas son maleables: se pueden redefinir, replantear y reescribir, si tan sólo se hacen conscientes.