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Red flags, mi emprendimiento no está despegando

Por: MMD. Christian Flores Pérez
Experto en dirección de ventas , marketing digital, consultor y speaker
www.linkedin.com/in/soycrismx/

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Emprender nunca fue una labor fácil, de hecho, es bastante difícil en un país como México, donde, irónicamente, el 80% de la economía está cimentada en la labor e ingresos de emprendedores y pequeñas y medianas empresas (conocidas en el argot de negocios como pymes). Ya saben, los famosos comerciales de “Pepe y Toño”, negocios pequeños del tipo, pues…

Es por ello que en este número te traigo algunas red flags para percatarte de que quizá ese negocio al que le tienes mucha fe no está dando frutos y ya se tardó en emerger. Mi recomendación sería que si detectas más de dos, estás a muy buen tiempo de reevaluar el proyecto y hacer los ajustes necesarios para cambiar el rumbo o, en el peor de los escenarios, retirarte y no seguir perdiendo.

Tienes ingreso, pero no tienes control

El dinero está entrando al negocio, pero no sabes ni cómo ni de dónde, no tienes clara la manera en que este ingreso llegó a tus manos y, como no tienes esa parte con la claridad suficiente, la administración no se da, debido a que no se le asigna el valor necesario. Puede que el flujo siga ahí por algún tiempo, pero recordemos dos de las mejores frases que nos han repetido hasta el cansancio:

  • Nada es para siempre.
  • Fácil llega, fácil se va.

Extrañas la zona de confort (de hecho, no te sientes a gusto ni satisfecho)

Al principio todo era miel sobre hojuelas, te levantabas con ánimo, con ganas, con la firme intención de hacer que las cosas pasaran, pero… después de un par de meses la verdad es que no te calienta ni el sol. Extrañas ese ingreso fijo al cual estabas acostumbrado, empiezas a procrastinar y lo que antes parecía algo que te motivaba ahora se ha tornado en un lastre.

¡Ojo! No es que no tengas madera de emprendedor, sólo que quizá aún no estás lo suficientemente preparado o el giro del negocio no te llena el corazón al grado de levantarte cual resorte por las mañanas.

 

Inviertes, inviertes, inviertes y sigues invirtiendo sin ganancias

Si ves salida, pero no entrada de dinero y las inversiones que haces no están teniendo un punto aceptable de retorno, es momento se sentarte con tu contador y ver qué está pasando. O disminuimos gastos, o aumentamos la producción para vender más en volumen, quizá haga falta subir precios, pero de que algo anda mal, anda mal. ¡Corre con tu contador!

Ni tú mismo conoces tu proceso productivo

Todos conocemos a una familia con un gran negocio que el patriarca hizo crecer, pero al pasar a manos de los hijos ¡pum!, todo se acaba, la empresa termina en bancarrota y lo que tardó décadas en construirse, colapsa en un par de años. El 78% de estos escenarios se debe a que los herederos no se tomaron el tiempo de empaparse del proceso productivo. Tienen la teoría, pero no la práctica y es ahí donde empiezan los problemas. Que no te pase, métete hasta la cocina de ser necesario, a final de cuentas, es tu negocio ¿no?, que nadie sepa más de él que tú. El conocimiento es poder.

El “family and friends” ya se extendió mucho

Quizá lo sabes, quizá no, pero se recomienda que al arrancar un negocio comencemos con familia y amigos, es decir, comunicarles que tienes un proyecto nuevo y te gustaría que te compraran. Regularmente esto funciona, pero no puedes sustentar tu negocio en este mercado tan básico y cercano. Es bueno y puedes hacerlo, pero el negocio no se sostendrá con ese simple ingreso. Si observas que ya pasaron meses y los únicos clientes que tienes siguen siendo personas cercanas, definitivamente será una red flag para tomar acción de inmediato.

Espero que les sirvan estas líneas, amigos, nos volveremos a encontrar en el siguiente artículo, ¡saludos!